Una poesía que explora el vacío emocional y la ausencia. A través de un lenguaje reflexivo, transmite la aceptación de una herida invisible y sin culpables. Desde un "pesimismo liberador", el autor busca aceptar los dolores y esos vacíos imposibles de llenar, para finalmente encontrar la calma.
Escribe: Lucas Cuello | Arte: Giuliana Ledesma
Tengo que comprender
una ausencia muy grande,
que me perjudica
día a día
No hay culpable a quién señalar
Es una herida que va a doler y va a estar
abierta por el resto de mi vida;
ni siquiera herida.
Hay algo que no existe,
no hay nada que hacer.
El vacío no se comprende,
solo es vacío.
Quizá se llora...
pero sin ánimos de esperar llenarlo con
lagrimas.
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