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LA MANO INVISIBLE DEL MÉRITO

Nos venden la idea de que con esfuerzo y dedicación cualquier persona puede alcanzar el éxito. Pero, ¿es realmente así? ¿Qué pasa si el punto de partida no es el mismo para todos? ¿O solo se trata de una forma de mantener el statu quo y justificar las desigualdades sociales? Este artículo explora, a partir de los dichos de la vicegobernadora de Mendoza, Hebe Casado, cuestiones relacionadas al mérito y al neoliberalismo.


Escribe: Ramiro Barroso

Arte: Gabriel Ferreyra

 

¿Mito o realidad?

En una entrevista con María O'Donnell, Hebe Casado, la vicegobernadora de Mendoza, dijo que cree en el mérito. Es muy curioso esto que dice, ya que postula que debe ser el mérito “el que nos lleve a cualquier lugar” y que “tenemos que ir hacia una igualdad real”. No sé si la vicegobernadora está durmiendo bien, pero sí sé que mucho conocimiento sobre teoría política no tiene. Intentemos explicar un poco. Para el liberalismo, la ideología a la cual Casado suscribe, los individuos ganan recompensas en directa proporción a su talento y a sus méritos. El argumento implica que el sistema está organizado de tal manera que se recompensa mejor a quien lo merece, de modo que ganan más quienes más se lo merecen. Esto justifica que los ricos son tales porque se lo merecen e impide, de esta manera, que nos preguntemos cuáles son sus derechos y sus títulos para gozar de esa riqueza. Nos quieren vender que el mérito es la base de una sociedad justa, pero nosotros sabemos que no es así. Nos dicen que la igualdad de oportunidades existe, y que la libre empresa y la competencia producen una justa distribución de los ingresos y demás bienes. Pero esto no es así, señora gobernadora. La igualdad ante la ley no es igualdad material, no todos partimos del mismo nivel socioeconómico. En otros términos, la igualdad abstracta (igualdad en cuanto a la razón, igual interés propio, igual derecho a sufragio, igualdad ante la ley) sostiene la ficción de que todos empezamos la carrera de la vida en las mismas condiciones. La igualdad de oportunidades es un mito (Goodwin, 1997). 

¿Cómo entender el neoliberalismo?

La vicegobernadora, no sólo apoya a Javier Milei y todos sus dichos, sino también a Donal Trump. Y no es ninguna casualidad, pues si algo une a todos estos sectores es su reacción conservadora y su manera de llevar a cabo la batalla en el plano de las ideas, sobre todo poniendo el ojo sobre los inmigrantes, las mujeres, la comunidad LGBTIQ+, los pueblos indígenas, etc. 

Ahora bien, si hacemos una comparación con el neoliberalismo 2.0 en la Argentina, o menemismo (1989-1999), vemos que no sólo hubo desregulación en la economía sino que también se incorporó domesticadamente la contracultura de los años '60 y ’70. En síntesis, globalización financiera y multiculturalismo, posmodernismo para una plebe que disfrutaba de pizza con champagne.  Pero hay algo que parece no cuadrar... Si Milei y su gente reivindican a Menem, al punto de colocar su busto en el Hall de Honor de Casa Rosada, por qué no sigue su misma fórmula de construcción de poder en este plano. Entonces, cómo entender el neoliberalismo… 

Foto que publicó la vicegobernadora de Mendoza, Hebe Casado, en su red social X

Diremos en este espacio que se lo puede entender como una ideología, la cual puede ser practicada por gobiernos de derecha, como por aquellos que se autoproclaman de izquierda (Anderson, 2001). No obstante, el prefijo “neo” indica algunas novedades con respecto al liberalismo clásico. Una de ellas es que no cree que el mercado sea algo dado que sólo hay que liberarlo, sino que es un artificio que el Estado debe crear. De igual manera ocurre con el individuo, puesto que no cree que exista un individuo por natural, por tal motivo, hay que producirlo, hay que producir al individuo de mercado, hay que convertirlo en un “emprendedor”, de ahí una vida análoga al mercado (“tienes que invertir en vos”), discursos de condena moral (“vago”, “planero”), influencers que hablan del sacrificio y el egoísmo. Por ende, para crear al individuo es necesario una enorme empresa de ingeniería política. Esto implica destruir lazos sociales, implica destruir a los otros, implica deshumanizar al de al lado. No es ninguna casualidad que el principal enemigo de esta ideología sea la sociedad. 



Bibliografía

  • Anderson, P. (2001). “Historia y Lecciones del Neoliberalismo”. En Houtart, F., y Polet, F. (coord.) El Otro Davos. Globalización de resistencias y de lucha. Plaza y Valdés Editores. Madrid. 

  • Galliano, A. (2019). Todos somos neoliberales. Panamá Revista. https://panamarevista.com/todos-somos-neoliberales/ 

  • Goodwin, B. (1997). El uso de las ideas políticas. Editorial Península. 


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